
Las Naciones Unidas han publicado la Rev. 11 del SGA (2025), la última actualización del Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos. Esta revisión 11 del SGA refuerza la clasificación y el etiquetado de peligros, moderniza los métodos de ensayo y mejora la claridad de las fichas de datos de seguridad (FDS) y los consejos de precaución. Para las organizaciones que manipulan productos químicos, mantenerse al día con el cumplimiento del SGA es esencial para proteger a los trabajadores, el medio ambiente y las cadenas de suministro.

La undécima revisión incorpora decisiones adoptadas en la duodécima sesión del Comité en diciembre de 2024. En conjunto, estos cambios perfeccionan los criterios de clasificación y mejoran la coherencia global en el marco del Sistema Globalmente Armonizado 2025.
Se han aclarado los criterios para aerosoles y sustancias químicas bajo presión para reducir la ambigüedad y mejorar la evaluación de riesgos. Unas normas más claras facilitan una clasificación y un etiquetado de peligros más uniformes para aerosoles en todas las jurisdicciones, lo que beneficia tanto a los reguladores como a la industria.
Al reconocer alternativas validadas, la revisión añade directrices para la experimentación sin animales en el SGA al clasificar los sensibilizantes cutáneos. Esto se alinea con la tendencia global hacia metodologías de nuevo enfoque (NAM), reduce la dependencia de estudios con animales y facilita una toma de decisiones más rápida y ética sin comprometer la seguridad de los trabajadores.
Una novedad notable es la introducción de criterios para los peligros relacionados con el clima: sustancias y mezclas peligrosas debido a su contribución al calentamiento global. Al registrar explícitamente estos puntos finales, la Revisión 11 del SGA vincula la gestión de sustancias químicas con objetivos climáticos más amplios y fortalece la comunicación ambiental.
Se han racionalizado los consejos de precaución para facilitar su uso tanto para los autores de etiquetas como para los usuarios finales. Las actualizaciones buscan que los mensajes de peligro sean más intuitivos, manteniendo la coherencia con el resto del marco de clasificación y etiquetado de peligros de la Revisión 11 del SGA.
Un nuevo anexo proporciona orientación sobre la identificación de asfixiantes simples, apoyando mejores controles en el lugar de trabajo y el transporte y entradas armonizadas en las fichas de datos de seguridad (FDS).
El SGA es más que una norma: es un pilar fundamental de la gestión de riesgos. Al armonizar las normas de clasificación y etiquetado de peligros, ayuda a las empresas a comunicar los peligros con claridad a través de las fronteras y a mantener el cumplimiento del SGA a medida que la ciencia y la industria evolucionan.
El reconocimiento de los peligros relacionados con el clima en la Revisión 11 del SGA amplía el sistema más allá de la toxicología aguda y crónica para incluir los impactos ambientales a largo plazo. Asimismo, la aprobación de las pruebas sin animales en la Revisión 11 del SGA refleja la adaptabilidad del sistema y apoya la innovación en toxicología, el intercambio de datos y los enfoques de ponderación de la evidencia.
En última instancia, la Revisión 11 del SGA mejora la precisión y la utilidad de las etiquetas y las fichas de datos de seguridad (FDS), reforzando la confianza entre los trabajadores, el personal de respuesta a emergencias y los usuarios posteriores.
La versión electrónica de la Revisión 11 del SGA (2025) está disponible gratuitamente para consulta, con copias impresas o electrónicas sin protección disponibles a través de Publicaciones de las Naciones Unidas. Dado que la implementación se realiza a nivel nacional o regional, las empresas deben realizar un seguimiento de cuándo cada jurisdicción adopta el Sistema Globalmente Armonizado 2025 y si se aplican desviaciones locales.
A medida que las autoridades implementen la nueva edición, las organizaciones deberán:
Tenga en cuenta que los países pueden adoptar diferentes ediciones del SGA en distintos momentos y que podrían incluir solo partes de la revisión. Un plan estructurado de gestión de cambios ayudará a garantizar actualizaciones oportunas y una documentación coherente.
Con la incorporación de los peligros relacionados con el clima, las organizaciones deben evaluar sus carteras de sustancias o mezclas con impactos en el calentamiento global y planificar actualizaciones de la clasificación, el etiquetado y las FDS. La integración de estos criterios de valoración en los programas de gestión responsable de productos fortalece la presentación de informes ESG y garantiza el cumplimiento continuo del SGA, a medida que aumentan las expectativas de transparencia ambiental en el marco del Sistema Globalmente Armonizado 2025.
Con la Revisión 11 del SGA, las empresas deben adaptar sus prácticas de cumplimiento normativo para alinearse con los últimos requisitos de clasificación y etiquetado de peligros, que abarcan aerosoles, pruebas sin animales en el SGA y peligros relacionados con el clima. La planificación proactiva garantizará la precisión de las etiquetas, las fichas de datos de seguridad (FDS) y los materiales de capacitación a medida que las jurisdicciones implementan los cambios de la Revisión 11 del SGA.
Fuentes