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El óxido de zinc es un compuesto inorgánico con la fórmula ZnO. El ZnO sintético se usa principalmente como un polvo blanco que es insoluble en agua, o naturalmente como el mineral zincita. El polvo se usa ampliamente como aditivo en numerosos materiales y productos, incluidos plásticos, cerámica, vidrio, cemento, caucho (p. ej., llantas de automóviles), lubricantes, pinturas, ungüentos, adhesivos, selladores, pigmentos, alimentos (fuente de Zn nutriente), baterías, ferritas, retardadores de fuego y cintas de primeros auxilios. El ZnO se presenta como un polvo blanco conocido como blanco de zinc o como el mineral zincita. El mineral suele contener manganeso y otras impurezas que le confieren un color amarillo a rojo. El óxido de zinc cristalino es termocrómico, cambia de blanco a amarillo cuando se calienta y en el aire vuelve a ser blanco al enfriarse. Este cambio de color es causado por una pequeña pérdida de oxígeno al ambiente a altas temperaturas para formar el Zn1+xO no estequiométrico, donde a 800 °C, x = 0.00007. El óxido de zinc también es un óxido anfótero. Es casi insoluble en agua y alcohol, pero es soluble (degradado) en la mayoría de los ácidos, como el ácido clorhídrico. [1]