El óxido de zinc (fórmula química: ZnO), es un polvo blanco o blanco amarillento que es inodoro, de sabor amargo y prácticamente insoluble tanto en agua como en alcohol.
El óxido de zinc se utiliza como agente de carga y colorante en la producción de; cauchos, pinturas y esmaltes blancos, tintas de imprenta, cola blanca, vidrio opaco y cemento de fraguado rápido.
El químico también actúa como protector de la piel y protector de rayos UV, lo que lo convierte en uno de los ingredientes clave que se utilizan en muchas cremas y protectores solares para la dermatitis del pañal. También se encuentra en otros cosméticos como; maquillaje, productos para uñas, polvos para pies, jabones y lociones para bebés. Los protectores solares que contienen óxido de zinc se consideran "protectores solares físicos", ya que brindan protección al formar una barrera física real en la piel, a diferencia de los "protectores solares químicos".
Como el zinc es un nutriente esencial, también se agrega a los alimentos (humanos y animales) e incluso a los fertilizantes para aumentar su valor nutricional.
La exposición al óxido de zinc puede ocurrir a través del contacto con la piel y los ojos, la inhalación y la ingestión.
El contacto de los ojos con óxido de zinc puede causar irritación. La exposición repetida puede provocar inflamación y enrojecimiento con la posibilidad de deterioro temporal de la visión.
No se cree que el contacto con la piel tenga efectos dañinos, pero la exposición aún puede ser bastante dañina si ingresa al torrente sanguíneo a través de cortes abiertos o abrasiones. La irritación de la piel puede ocurrir cuando la exposición es prolongada o repetida; esto puede conducir a; inflamación leve, enrojecimiento e hinchazón. La exposición prolongada y repetida también puede resultar en erupciones similares al acné conocidas como "viruela del óxido de zinc".
La inhalación de polvo y vapores de óxido de zinc puede provocar sibilancias, tos y dificultad para respirar. Las personas con función respiratoria deteriorada pueden empeorar su condición si se inhalan concentraciones excesivas.
No se cree que la ingestión de cantidades insignificantes sea motivo de preocupación; sin embargo, dosis mayores pueden provocar trastornos gastrointestinales como vómitos, calambres abdominales y diarrea.
Si se produce una exposición ocular, quítese los lentes de contacto y lávese los ojos con abundante agua corriente fresca. Busque atención médica sin demora.
En caso de exposición cutánea; quítese toda la ropa, el calzado y los accesorios contaminados y limpie la zona afectada con abundante agua y jabón. La ropa contaminada debe lavarse antes de volver a usarla. Busque atención médica si se produce irritación.
Si una persona inhala óxido de zinc, retírela del área contaminada a la fuente de aire fresco más cercana y controle su respiración. Si les resulta difícil respirar, bríndeles oxígeno. Si no están respirando y usted está calificado, realice la reanimación cardiopulmonar. Busque atención médica.
Si se ha ingerido óxido de zinc, el paciente debe beber agua inmediatamente. Por lo general, no se requieren primeros auxilios, pero en caso de duda, póngase en contacto y busque atención médica.
Las fuentes de lavado de ojos de emergencia deben estar accesibles en el área inmediata de exposición potencial al químico.
Por lo general, se requiere ventilación de extracción local para eliminar o diluir cualquier contaminante del aire.
EPI incluido; Se recomiendan anteojos de seguridad con protectores laterales, gafas químicas, overoles de PVC, guantes y máscaras cuando se manipula óxido de zinc.
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